Miro esta magnum 9mm como un niño mira un caramelo en las manos de otro niño con mejor suerte que la suya. Miro esta magnum herencia de mi abuelo y la sostengo entre mis manos como una madre primeriza balancea a su bebé, con suavidad y con miedo. En la habitación de al lado alguien celebra una mentira, con velas aromáticas y tarta de nueces de Macadamia. Alguien descorcha la botella y todos ríen, repitiendo la misma patraña que el año anterior y que el año siguiente y que dentro de un millón de años. En el piso de arriba, la soledad impregna cada una de las rendijas y se come el futuro a bocados. No hay nada peor que no poder olvidar el vacío en los cristales. En mi habitación un incendio empieza a devorarme poco a poco. Introduzco la magnum en mi boca –ironías de la vida, yo que quería asesinar a Hitler- y suena el teléfono. Demasiado tarde, esta vez he sido más rápida que todos vosotros.
9 comentarios:
Mortal.
HITLER FUE UN VISIONARIO.HAIL CAESAR
pues tuviste suerte de que no llegara a verte, miope
Se me viene a la cabeza la escena de la película de "The road", en la que Viggo Mortensen enseña a su hijo a dispararse en la boca si los atrapan.
"Recuerda que estaremos juntos en esto, aunque sea yo mismo quien te dispare si nos atrapan" (http://historiasalmargen.blogspot.com/2010/03/cuando-ya-no-quede-nada.html).
Saludos.
qué bueno, chiquilla!
Me ha gustado. Me encantan los relatos así de breves, pero en los que se dice demasiado.
jajajajajajajjaquin.SE NECECITA OTRA CRUZADA PERO QUE SEA DEFINITIVA EXTERMINIO
chapeau!
bum
Publicar un comentario