jueves, 27 de octubre de 2011

Bienvenidos a la casa de muñecas

Pasen sin llamar.
Depositen sus derrotas
en las sábanas de franela.
Sean primarios y
sangren sobre mis pecas.

Dejen una nota, si quieren;
Escriban cálida pero ausente.

Yo que siempre quise acogerles
estoy condenada a ser
agujero de gusano,
portal a otras dimensiones menos áridas.


Divine Mother of Guilt.
Eric White



2 comentarios:

Aina Rotger Vives dijo...

Me encantan estos poemas frutos de arrebatos de pasión. Éste especialmente. Mis felicitaciones.

Helenaconh dijo...

buah! me encanta cómo lo habéis dejado

el poema también.