Arde la lluvia sucia que nos cubre.
Arden todos los edificios que albergan animales solos en celdas diminutas.
Arde la noche cubriendo nuestros miserables días.
Arden todas las palabras que escondemos en lo más profundo de nuestra vergüenza.
Arden los caminos que tomamos pensando que eran los correctos.
Arden las familias que no tienen el mismo número de cucharas que de bocas.
Arde el espejo que te demuestra lo estéril del intento.
Arde la infancia abandonada en cualquier calle que apuñales.
Arde toda la gente que no puede encontrar un puto trabajo.
Arden todas las mentiras que conforman tu columna vertebral.
Arde cada gesto de amor ignorado.
Arde el orden establecido por otros.
Arden todos los huérfanos de aire en ésta ciudad imunda.
Arden los llantos de los recién nacidos que tienen hambre y no dejarán de tenerla.
Arde el paso de las estaciones en las palmas de nuestras manos.
Arde éste mundo infectado de humanidad que ya no sabe parar de cambiar.
Arden las alas de todos los pájaros demasiado asustados para volar.
Arden los mismísimos cimientos del universo
cada vez
que
nuestras
miradas
colisionan
11 comentarios:
Me temo que aunque pase tiempo algunas de esas cosas nunca dejaran de arder.
(guardan incendios tras la máscara.)
Me encanta.
conozco la sensación, aunque hace tanto tiempo de eso que casi no recuerdo cómo era.
no puedo evitar oírte recitar mientras te leo. ;)
Y lo peor es que jamás se reducirán a cenizas.
Saludos (o ladridos).
Arden los caminos que tomamos pensando que eran los correctos.
He tenido una cierta confusión al leer "miradas".
Muy bien, claro.
Todo cambia, todo fluye, todo arde y renace. Ritmo frenético de la cotidianidad.
Beso Pezecillo.
No me esperaba ese final. Me gusta, sí.
Dios! que fantástica manera de arder.
besodejueves
Llego tarde, pero tenía que decirte que eres inconfundible. Te vi en Diablos cuando fuiste invitado y, joder, sí, se te reconoce. Un montón.
(:
ardo
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